Me gustaría huir aunque sea por un momento, olvidarme de todo lo que soy, de todo lo que pienso y siento. No ser nada, ni siquiera un ligera soplido del viento, que nadie me recuerde, ni me piense, ni se atreva a extrañarme, simplemente nada.
Poder huir de todos y de todo, dejar de sentir esto, que me aprieta el corazón, que hace que derrame lágrimas, lágrimas que nunca podré recuperar y que se quedaron en la nada, sin que nadie las recogiera o las limpiara de mi rostro. Lágrimas, que gritan, lo que no me atrevo siquiera a susurrar.
Huir llorando es lo quiero ahora y poder regresar con el alma seca, sin mas lagrimas por derramar y mucho por entregar, para poder estar en paz.
lunes, 24 de septiembre de 2007
Lágrimas
Publicado por Andrea en 19:03
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2 comentarios:
Cuidado con esos deseos. De veras. ;)
¡Abrazos!
Porque en ocasiones llorar, gritar o sólo callar no es suficiente.. Porque los pensamientos te invaden y sólo quieres desaparecer por un momento... Esos momentos no son malos, al contrarios, es justo ahí cuando te encuentras a ti misma y descubres tu fuerza interior que te impulsa a seguir..
Buen post!
Besos!
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